martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

Año Nuevo

Llega el año nuevo y trae nuevas esperanzas y proyectos.  Sin embargo iniciar o concluir nuevos proyectos implica la energía, motivación y dirección  para el propósito que se busca.

El  inicio de año esta lleno de deseos, pero recuerde que un deseo no necesariamente es una meta, si el deseo es un impulso  de algo que no quiero en mi vida;  como no quiero estar gorda, no quiero ser tan enojón, no quiero ser pobre, no quiero que mi hijo sea drogadicto, permítame decirle que este  terminara en fracaso.    Me gustaría que reflexionara que si nuestra mente siendo una maquina perfecta de creatividad y piensa en imágenes ese  NO  de lo que no desea, nuestra mente no lo toma en cuenta  y solo se enfoca en el objetivo. “Estar gorda “, “Ser pobre” y adivine que,  sin querer estaría  programando  para su futuro aquello que  esta evitando.

Las energías suficientes para enfrentar cualquier reto esta dentro de nosotros. Intente este ejercicio.

Tómese el tiempo que necesite para hacer una lista honesta y valiente de:
20 Cosas por las que estoy agradecido(a).
Puede ser por la vida, por la familia, por la salud en fin cualquier cosa por la que siente que esta agradecido (a).

20 Momentos mágicos de mi vida.
El primer beso, esa navidad fabulosa, el nacimiento de mi primer o segundo hijo, cuando dio sus primeros pasos, cuando conocí a mi novia (o) ahora mi esposa, su rostro.

20 Cosas que me gustan de mi mismo (a).
Su nariz, su pelo, que es simpático(a), como sonríe, sus manos, su forma de caminar, bailar o cantar…

20 Cosas que me gustan de mi familia, hijos, esposo(a) hermanos.
Como me cuidan,  que son divertidos, como me soportan,  como me ayudaron en mi enfermedad en fin solo anote lo positivo.

20 Logros que he tenido en mi vida.
Si termine el kínder, primaria, si tuve que trabajar y estudiar, la universidad, el empleo o negocio que tengo, educar a mis hijos, anote tanto los pequeños como grandes logros.

20 Cosas que tengo.
Casa, comida, un auto, familia, amigos, una comunidad…

20 Cosas que he aprendido.
Se tocar guitarra, cocinar, escribir, cantar, bailar, hablar en público, cocinar etc.
Como se dará cuenta hacer esta lista implicara un pequeño esfuerzo de su parte porque quizá se ha estado  enfocando  en lo que no tiene y a aprendido a restar en vez de sumar. Esta lista le mostrara que Ud. Que ya es una persona exitosa y agradecida, le mostrara lo digno (a) que es y que ha superado bastantes obstáculos por lo tanto ya es un(a)  ganador (a).
Si esta decido (a) a enfrentar nuevos retos para este próximo año afírmense fuertemente a estos 20 regalos que estoy seguro que si se lo propone el justo valor deberían de ser 100 porque Ud. eso vale 100 y no 20, se dará cuanta que tendrá la suficiente energía, entusiasmo y fortaleza para enfrentar lo que venga y que lo que ha vivido hasta el momento fue solo una preparación para lo mejor de su vida, que la edad no es una limitante, que si no sabe puede aprender, que si no tiene ahora va a tener , es su derecho ser feliz y también su elección.

Recuerde que esta época es un momento para regalar y regalarse en primer lugar, si espera que le reconozcan sus esfuerzos   o le den cariño,  a lo mejor eso nunca va  a suceder,  así que empiece  hoy con su lista. Acepte las formas en que Dios se ha manifestado en su vida. Dígase así mismo – se que me he equivocado pero, me perdono y voy estar mejor,  y dele las gracias a Dios por la persona que es, el nunca se equivoca y Ud. merece ser amado (a).

El Psicólogo Martin Acosta dirige  “Proyecto Calidad de Vida” que es un grupo de apoyo en Ansiedad y Depresión,  así como  el Programa de Inteligencia Emocional para Chicos y Chicas ¨Junior VIP,  además  de su consulta particular.

Sugerencias y consulta: email: proyectodevidatijuana@gmail.com
Tel. (664)255-66-88         
martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

Ansiedad en la infancia y adolescencia

Los niños y adolescentes con trastornos de ansiedad suelen experimentar un miedo intenso, preocupación o inquietud que puede durar largos períodos de tiempo y afectar significativamente sus vidas. Si no se trata con  prontitud, los trastornos de ansiedad pueden derivar en:
  • Repetidas ausencias a clase o una incapacidad para terminar el período de escolaridad.
  • Deterioro en las relaciones con iguales.
  • Baja autoestima.
  • Abuso de alcohol u otro tipo de drogas.
  • Problemas de ajuste en situaciones laborales.
  • Trastornos de ansiedad en edad adulta.

 ¿Cuáles son los tipos y características de los trastornos de ansiedad?
Existe una variedad de trastornos de ansiedad que pueden afectar a niños y adolescentes. A continuación, se describen la mayoría de ellos, así como sus características:

Trastorno de ansiedad generalizada: Los niños y adolescentes con este trastorno se preocupan en extremo por sus actividades, ya sea por su rendimiento académico, deportivo o incluso por ser puntual. Esta clase de personas suelen ser muy responsables, se sienten tensos y necesitan mucha seguridad. Pueden quejarse de dolores de estómago u otras afecciones que no parecen tener una causa física.


Trastorno de ansiedad por separación: Los niños con este trastorno suelen tener dificultad en dejar a sus padres para ir a la escuela o campamento de verano, quedarse en casa de un amigo o estar solo. A menudo, se “aferran” a sus padres y tienen problemas para quedarse dormidos. El trastorno de ansiedad por separación puede ir acompañado de depresión, tristeza o miedo a que algún miembro de la familia se vaya o muera. Aproximadamente uno de cada 25 niños experimenta trastorno de ansiedad por separación.

Fobias: Los niños y adolescentes con fobias tienen excesivos miedos no reales de ciertas situaciones u objetos. Muchas fobias tienen nombres específicos, y el trastorno puede centrarse en animales, tormentas, agua, lugares altos o situaciones específicas como encontrarse encerrado en un lugar reducido. Los niños y adolescentes sienten verdadero pavor a ser criticados o juzgados duramente por los demás. Intentarán evitar los objetos y situaciones temidas, por lo que el trastorno puede limitar gravemente sus vidas.

Trastorno de pánico: Los “ataques de pánico” repetitivos en niños y adolescentes sin una causa aparente son signos de un desorden de pánico. Los ataques de pánico son períodos de intenso miedo acompañados por fuertes latidos del corazón, sudoración, mareo, nauseas o sentimiento de muerte inminente. La experiencia es tan terrible que viven con el miedo de que puedan sufrir otro ataque. Los niños y adolescentes con el trastorno suelen hacer cualquier cosa para evitar la situación que provoque otro ataque. Es posible incluso que no quieran ir a la escuela o separarse de sus padres.

Trastorno obsesivo-compulsivo: Los niños y adolescentes con trastorno obsesivo-compulsivo, se ven atrapados en un patrón de pensamientos y comportamientos repetitivos. Aunque puedan reconocer que éstos parecen sin sentido y traumatizantes, son muy difíciles de parar. El comportamiento compulsivo puede incluir lavarse repetidamente las manos, contar o poner en orden objetos una y otra vez. 2 de cada 100 adolescentes experimentan trastornos obsesivos.

Trastorno de estrés post-traumático: Los niños y adolescentes pueden desarrollar un estrés post-traumático después de haber experimentado un acontecimiento sumamente estresante, como experiencias de abusos físicos o sexuales, ser testigo de un hecho violento, la vivencia de un desastre como un bombardeo o un huracán. Los jóvenes con dicho trastorno suelen experimentar el acontecimiento una y otra vez en forma de fuertes recuerdos, instantáneas, u otra clase de pensamientos perturbadores. Como resultado, pueden intentar evitar todo lo que se encuentra asociado con el trauma. También sobreactuar al sobresaltarse o tener dificultades del sueño.

Ayuda disponible para los jóvenes con estos trastornos
Los niños y adolescentes con estos trastornos pueden beneficiarse de una variedad de tratamientos y servicios. Tras un adecuado diagnóstico, pueden ser los siguientes:
  • Tratamiento cognitivo-conductual, mediante el cual los jóvenes aprenden a tratar sus miedos modificando las formas en que piensan y se comportan;
  • Técnicas de relajación;
  • Biofeedback (control del estrés y tensión muscular)
  • Terapia familiar;
  • Formación familiar; y
  • Medicación.
Mientras que las terapias cognitivo-conductuales son efectivas en el tratamiento de algunos trastornos de ansiedad, la medicación trabaja bien en otros. Algunas personas con trastornos de ansiedad se benefician de una combinación de ambos. Se requiere más investigación para determinar qué tratamiento funciona mejor para los diversos tipos de trastornos de ansiedad.


¿Qué pueden hacer los padres?
Si los padres u otros cuidadores observan síntomas repetitivos de trastornos de ansiedad en sus niños o adolescentes, deberían:
  • Hablar de ello con su médico de cabecera para que determine si los síntomas son ocasionados por un trastorno de ansiedad o por algún otro trastorno y también puede derivar a un profesional de la salud mental.
  • Buscar un profesional de la salud mental especializado en trabajar con niños y adolescentes, que utilice la terapia cognitivo-conductual o terapia del comportamiento, entre otras.
  • Obtener información adecuada de bibliotecas, librerías u otras fuentes
  • Asesorarse sobre tratamientos y servicios
  • Hablar con otras familias en sus respectivas comunidades.
  •  Localizar organizaciones o asociaciones de familias con el mismo problema.
Las personas que no están satisfechas de la atención recibida en esta área deberían dirigir sus quejas a la institución o persona que se las ha facilitado, pida información o busque a través de otras fuentes.
martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es trastorno de Ansiedad Generalizada?

El trastorno de ansiedad generalizada es mucho más que la ansiedad normal que se suele experimentar con el día a día. Es crónico y llena el día de una persona con exagerada preocupación y tensión, incluso sin haber nada que lo provoque. El tener este trastorno significa anticipar siempre un desastre, preocuparse excesivamente a menudo por cuestiones de salud, dinero, familia o trabajo. Algunas veces, sin embargo, el origen es difícil de definir. El simple pensamiento de afrontar un nuevo día provoca ansiedad.

“Siempre pensé que simplemente me preocupaba por todo; en todo momento estaba a punto de saltar y era incapaz de relajarme. En ocasiones iba y venía y, en otras, era constante. Podía durar durante días Me preocupaba por cómo me las iba a arreglar para preparar una cena de celebración o cuál sería el regalo adecuado para todos. No podía dejar escapar nada en absoluto.Tenía problemas de sueño. Había veces en que me despertaba de golpe en medio de la noche; tenía problemas en concentrarme incluso leyendo el periódico o una novela. En ocasiones, me sentía un poco mareada y el corazón se me aceleraba o latía con fuerza, lo cual me hacía sentir todavía más preocupada. Siempre estaba imaginando que las cosas eran peor de lo que eran en realidad: cuando me dolía el estómago, estaba segura de tener una úlcera.Cuando llegué a un punto insostenible, falté a mi trabajo lo que me hizo sentir todavía peor, porque pensaba que lo perdería. Mi vida se convirtió en un tormento hasta que, por fin, busqué ayuda y conseguí un tratamiento adecuado".
Parece que este trastorno no produce excesiva discapacidad a las personas que lo sufren, aunque si se dan cuenta de que su ansiedad es más intensa de lo que la situación en cada caso requiere. Sus preocupaciones se ven acompañadas de síntomas físicos, especialmente fatiga, dolores de cabeza, tensión muscular, dolor muscular, dificultad en la deglución, temblores, contracciones, irritabilidad, sudoración y acaloramientos.  También pueden experimentar mareos, falta de aire, nauseas o tener que ir con frecuencia al lavabo.
Algunas personas pueden sentir una incapacidad para relajarse y asustarse más fácilmente que otras personas. Tienden a experimentar más dificultad en la concentración y, a menudo, tienen problemas para conciliar o sostener el sueño.
Contrariamente a las personas con trastornos de ansiedad diversos, los afectados por este trastorno no evitan ciertas situaciones como resultado de su problema. Cuando los problemas asociados con el trastorno son menores, las personas pueden funcionar con normalidad tanto en sus relaciones sociales como en el trabajo. Si el problema es severo, puede ser discapacitante y crear dificultades en llevar a cabo incluso las actividades diarias más comunes.



martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es una fobia especifica?

Una fobia específica es un miedo intenso a algo en concreto que en realidad no puede producir un daño real. Algunas de ellas se centran en lugares cerrados, altura, ascensores, túneles, conducir por autopistas, agua, volar, perros y heridas que sangran. Estas fobias no son miedos extremos, simplemente son miedos a algo en particular. Es posible que pueda esquiar pendiente abajo por una elevada montaña con facilidad pero ser incapaz de subir a la planta quinta de un edificio de oficinas. Aunque los adultos con fobias se dan cuenta que estos miedos son irracionales, el simple hecho de afrontarlos o incluso pensar sobre ello, el objeto o situación de miedo provoca ya un ataque de panico o ansiedad severa.

“Tengo verdadero pavor a volar y nunca más lo haré. Solía empezar el pánico un mes antes de la partida. Experimentaba un sentimiento verdaderamente desagradable cuando las puertas del avión se cerraban quedándome atrapado. Mi corazón latía con fuerza y empezaba a sudar. Cuando el avión iniciaba el ascenso las sensaciones iban en aumento debido a la imposibilidad de salir. Cuando pienso en volar me imagino a mí mismo perdiendo el control, haciendo cosas raras, subiéndome por las paredes, aunque por supuesto nunca lo hago. No tengo miedo a que se produzca un accidente o al movimiento que producen las turbulencias. Es simplemente encontrarme atrapado. Siempre que quiero cambiar de trabajo, lo primero que pienso es si me veré forzado a viajar en avión. Actualmente, sólo voy a lugares donde puedo llegar en coche o en tren. Mis amigos siempre me dicen que tampoco podría apearme de un tren en marcha a alta velocidad, y no entienden por qué los trenes no me molestan. Les contesto que lo mío no es un miedo racional”.

Si el objeto del miedo es fácil de evitar, no precisa tratamiento. Algunas veces, sin embargo, el trastorno puede interferir en la propia vida o en la toma de decisiones tratando de evitar la situación fóbica y si esta evitación se lleva a extremos, puede llegar a ser discapacitante. Las fobias específicas tienen un tratamiento sencillo con psicoterapia adecuada a cada caso.


martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es el trastorno de Estrés Postraumatico?

El estrés post-traumático es un trastorno discapacitante que puede desarrollarse después de un  acontecimiento traumático. A menudo, las personas que lo han sufrido tienen pensamientos y recuerdos persistentes de miedo sobre lo que les aconteció y pueden sentirse emocionalmente bloqueados, especialmente aquellos que fueron testigos de un acontecimiento de estas proporciones. Los veterano de guerra fueron los primeros en llamar la atención, aunque puede ser el resultado de muchos otros incidentes como son: atracos, violación o tortura; secuestro o captividad; abusos en la niñez, accidentes graves como choques de tren o coche; desastres naturales como riadas o terremotos. El acontecimiento que dispara  el trastorno puede ser algo ocurrido en la vida de la persona o algo ocurrido a una persona cercana a él o ella. O quizá el simple hecho de ser testigo, como la muerte y destrucción masiva después de haber presenciado el derrumbe de un edificio o de un accidente aéreo.

“Sufrí una violación cuando tenia 5 años. Durante mucho tiempo hable del hecho como si le hubiera sucedido a otra persona. Era consciente de que me había sucedido a mí pero no experimentaba ningún sentimiento.

Más tarde empecé a tener imágenes instantáneas que venían a mí como oleadas. Estaba aterrorizada. De repente reviví la violación. Cada instante era sobrecogedor. No era consciente de lo que había a mi alrededor, estaba como en una burbuja, como si estuviese flotando. Estaba asustada. Tener una imagen retrospectiva de ese tipo puede dejarte totalmente acongojada.

La violación tuvo ligar una semana antes de una festividad del mes de noviembre. Y no puedo creer la ansiedad y el miedo que siento cada año cuando llega dicha festividad. Es como si hubiese visto  a un hombre lobo. No me puedo relajar, no puedo dormir, no quiero estar con nadie. Me pregunto  si alguna vez me sentiré libre de este terrible problema”.

Sea cual sea el origen del problema, algunas personas con este problema suelen repetir el trauma en forma de pesadillas o recuerdos perturbadores durante el día.  Pueden experimentar otros problemas de sueño, sentirse aislados, entumecidos o sobresaltados. Pueden perder interés por las cosas que antes solían disfrutar, y tener problemas en mostrar su afectividad. Pueden sentirse irritables, más agresivos que antes o incluso violentos. Todo lo que pueda recordarles el trauma puede ser altamente angustioso, lo que les llevaría a evitar ciertos lugares o situaciones que traen a la memoria esos recuerdos. Las fechas cercanas o coincidentes con el acontecimiento traumático  suelen ser muy difíciles.

Los acontecimientos más comunes pueden servir como recuerdos del trauma y provocar instantáneas o imágenes intrusivas. Una persona que esté experimentando este tipo de instantáneas que se pueden presentar  en forma de imágenes, sonidos, olores o sentimientos puede llegar a perder el sentido de la realidad y creer que el acontecimiento traumático está teniendo lugar una y otra vez.

No todas las personas traumatizadas tienen estos síntomas o desarrollan estrés-postraumático. El trastorno se diagnostica sólo si los síntomas duran más de un mes. En los que sí lo hacen, los síntomas empiezan, por lo general, dentro de los tres meses del trauma, y el curso de la enfermedad varía. Algunas personas se recuperan en seis meses; los síntomas duran a otras mucho más. En algunos casos, el trastorno puede llegar a ser crónico. En ocasiones, la enfermedad no aparece hasta después de transcurridos unos años del acontecimiento.
Se puede ayudar a las personas que padecen este trastorno con una terapia adecuada.
martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es el Trastorno Obsesivo Compulsivo?

El trastorno obsesivo-compulsivo incluye pensamientos ansiosos o rituales que se cree no poder controlar. Si padece este trastorno puede encontrarse atrapado por imágenes o pensamientos persistentes y no deseados o por la urgente necesidad de realizar ciertos rituales.

Es posible que la persona se obsesione por los gérmenes o la suciedad, por lo que lavará sus manos una y otra vez; o sentirse lleno de dudas y necesite verificar las cosas repetidas veces. También son posibles pensamientos frecuentes de violencia y miedo a herir a personas cercanas. Puede pasarse mucho tiempo tocando o contando cosas o sentirse preocupado por el orden y la simetría, incluso pueden sobrevenir pensamientos de realización de actos sexuales que le resulten repugnantes o ser atacado por pensamientos que van en contra de sus creencias religiosas.

Estas imágenes o pensamientos se denominan obsesiones y los rituales que se realizan para tratar de prevenir o zafarse de ellos, compulsiones. No existe placer alguno en la realización de estos rituales, sólo un breve alivio de la ansiedad que crece cuando no se llevan a cabo.

"No podía hacer nada sin rituales e invadían cada aspecto de mi vida. La necesidad de contarlo se había apoderado de mí. Debía lavarme la cabeza tres veces seguidas en lugar de una porque tres era un número de buena suerte y el uno, no. No podía leer a la velocidad normal ya que tenía que contar las líneas de cada párrafo. Cuando conectaba la alarma por las noches, debía fijarla en un número que sumandos no diera un “mal” número".

“El acto de vestirme por las mañanas también era duro ya que tenía una rutina y si no la seguía, me ponía ansioso y debía volver a vestirme. Temía que de no hacerlo así, mis padres iban a morir. Tenía el pensamiento terrible de que iba a herir a mis padres; era completamente irracional pero ello generaba más ansiedad y más comportamiento sin sentido. El tiempo que invertía en rituales, me impedía hacer muchas cosas importantes para mí. Sabía que los rituales no tenían ningún sentido y me avergonzaba de ellos pero no podía controlarlos a pesar de la terapia”.

La mayoría de adultos con estos trastornos reconocen que su actitud no tiene sentido, aunque no pueden parar de hacerlo. Algunas personas, sin embargo, particularmente niños, pueden no darse cuenta de que su comportamiento no es común.


martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es la Fobia Social?

La fobia social es el miedo a afrontar situaciones sociales y a la interacción con los demás. Este trastorno, también conocido como ansiedad social,  se caracteriza por el temor a ser juzgado y evaluado negativamente por otras personas, llevando a sentimientos de vergüenza, humillación y depresión. Si una persona se siente habitualmente ansiosa en situaciones sociales, pero se siente bien cuando está solo, entonces se puede estar padeciendo una fobia social.  

Algunos de los síntomas físicos más habituales suelen ser: taquicardia, temblor de manos o cuerpo, malestar abdominal, enrojecimiento, tensión muscular, sequedad de boca y sudoración. Estos síntomas suelen ir acompañados de un gran malestar emocional, dónde la baja autoestima y los sentimientos de desánimo suelen ser permanentes. Un problema principal de este trastorno es la evitación de situaciones sociales, que en mayor o menor medida, son fundamentales para el desarrollo de una vida plena.

Las evitaciones, así como los síntomas, suelen comenzar en la infancia o adolescencia. Influyen negativamente en el desenvolvimiento  escolar, reducen la capacidad de interacción con los compañeros de escuela o instituto y coarta la vida sentimental de muchos jóvenes y adultos. El ámbito laboral también es una fuente de problemas para el fóbico social, ya que suelen ser entornos muy jerarquizados con figuras de autoridad, que no hacen más que incomodar aún más al afectado.

Cabe destacar la diferencia que existe entre fobia social y timidez. Solo en la primera se produce un gran malestar psicofísico y se tiende a la evitación recurrente. La timidez, en cambio, es un rasgo de personalidad y  puede ser vivida sin ningún tipo de trastorno porque no suele limitar en mayor grado la vida cotidiana de la las personas.  Ambos comparten una carencia en lo que se refiere a habilidades sociales.

Algunos de lo signos de alerta a tener en cuenta para diagnosticar una fobia social son:
-Temor a conocer gente nueva o gran ansiedad al ser presentados por primera vez.
-Ansiedad excesiva en situaciones sociales cotidianas (con gente conocida).
-Miedo a comer, beber o escribir en público.
-Utiliza o compartir lugares públicos: lavabos, comedores, salas de estudio, etc.


La fobia social es una enfermedad real. Se puede tratar con terapia y medicamentos.
Si tiene fobia social, le preocupa mucho la posibilidad de avergonzarse en frente de los demás. Su temor puede ser tan fuerte que le impide hacer sus tareas cotidianas. Puede ser que tenga dificultad para hablar con los demás en el trabajo o en la escuela. Su temor puede ocasionalmente hasta impedirle ir al trabajo o escuela.

Puede ser que le preocupe sonrojarse o temblar en presencia de los demás. Puede ser que esté convencido de que las demás personas lo están observando simplemente en espera de que usted cometa un error. Aún hablar por teléfono, firmar un cheque en la tienda o ir a un baño público le causan temor.

Muchas personas se sienten un poco nerviosas antes de conocer a alguien o antes de dar un discurso. Pero las que padecen de fobia social se preocupan semanas antes del evento. Pueden llegar a hacer cualquier cosa por evitar o cancelar el evento.

"En la escuela siempre tenía miedo de participar en clase, aunque supiera la materia. Cuando comencé a trabajar, detestaba tener que reunirme con mi jefe. No podía ni siquiera sentarme a comer con mis compañeros de trabajo. Me sentía nervioso al pensar que me estaban mirando o juzgando y que iba a hacer algo estúpido. Mi corazón latía fuertemente y empezaba a sudar nada más de pensar que tendría que asistir a una junta. Estos síntomas empeoraban mientras más se acercaba el evento. A veces no podía dormir ni comer por varios días antes de una junta de personal".


martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es Agorafobia?

La agorafobia es el miedo y evitación a estar en lugares o situaciones de los cuales pueda ser difícil o embarazoso escapar, o en los que pueda no disponerse de ayuda en el caso de tener un ataque de pánico o síntomas similares –sensación de ahogo, taquicardia, mareos, despersonalización, desrealización, pérdida del control de esfínteres, nausea-. Como consecuencia de este miedo, la persona evita las situaciones temidas, las soporta con gran ansiedad o malestar y, generalmente, tiene la necesidad urgente de estar acompañada.

Con frecuencia, este miedo se suele experimentar en medios de trasporte como el metro, el avión o el coche. Se manifiesta de igual forma al alejarse de casa, en  lugares públicos como centros comerciales, en la cola de de un mercado, el cine o en eventos multitudinarios. En otras ocasiones, el miedo es simplemente la anticipación de que pueda volver a producirse una crisis de pánico en un lugar donde previamente se sufrió una.

Es precisamente esa angustia la que ayuda a desarrollar un comportamiento de evitación que va limitando la movilidad en la vida cotidiana. En otros casos, esta limitación no es tan evidente debido a que el agorafóbico consigue trasladarse con gran malestar, o bien habiendo organizado en su entorno todo un dispositivo de acompañantes que le ayuden a superar su incapacidad para desplazarse.

La mayoría de personas que sufren este trastorno no tienen una conciencia clara de que muchos de los síntomas que padecen, tanto de orden físico como psíquico, tienen un nexo común que es el miedo irracional y la sensación de desprotección.

Durante la crisis pueden también aparecer nauseas, sudor intenso, sensaciones extrañas en la cabeza, hormigueo en manos y pies, molestias estomacales y también una desagradable sensación de inestabilidad que  suelen interpretarse como crisis vertiginosa.

Éstos y otros síntomas se suelen interpretar por la mayoría de las víctimas del pánico como un trastorno físico y solicitan un examen médico después de esta primera experiencia o de otras subsiguientes.

En general, estos exámenes no suelen revelar ningún problema físico que explique la dramática situación vivida. Ante esta noticia, muchos pacientes siguen en la convicción de que sufren algo físico pero que no ha estado correctamente explorado o bien de que se les está ocultando una enfermedad fatal.

Ello acostumbra a ser el principio de una cadena de consultas interminables y de un creciente aislamiento del agorafóbico respecto de su entorno ya que no encuentra una salida a su trastorno ni comprensión alguna a su sufrimiento.

 En cualquier caso, debe dejarse claro que la agorafobia tiene tratamiento con un alto porcentaje de éxito. La mejor manera de eliminar las limitaciones –evitaciones y ansiedad- que produce este trastorno es haciéndole frente con la ayuda de un profesional especializado.
martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es ansiedad?

La ansiedad es un proceso  natural de activación fisiológica que hace movilizar a los seres humanos y otros animales ante el peligro. A esta respuesta también se la denomina lucha-huida. Así es como el propósito de la ansiedad es preparar nuestro organismo para protegernos luchando o huyendo del peligro u amenaza. Este sistema defensivo, necesario para la vida, se torna un problema cuando la respuesta es desadaptativa. Es decir, si el estímulo no reviste gravedad o no amenaza nuestra vida o integridad psicofísica nos encontramos ante una desadaptación que puede llegar a ser patológica.
 
Se denomina trastornos de ansiedad a un grupo de afecciones que tienen en común la sintomatología ansiosa física y psicológica. Pero cada trastorno de ansiedad tiene unas características, así también como una génesis particular y un tratamiento adecuado. Por ello es importante determinar que tipo de trastorno de ansiedad se padece. Los más habituales suelen ser: crisis de ansiedad o ataques de pánico,  agorafobiafobia social, trastorno obsesivo compulsivoansiedad generalizadaestrés postraumáticofobias específicas y ansiedad por separación. La sintomatología de la ansiedad es muy variada, y depende en gran parte de la biología y características psicosociales de los individuos. Si bien el listado de síntomas es extenso la aparición de tan solo una señal, tanto a nivel físico como psíquico, es con frecuencia causa suficiente de un gran malestar.
 
Algunos síntomas físicos habituales, aunque no comunes a todos los trastornos, son: taquicardia, sudoración, mareos, temblores, vértigo, nausea, y hormigueo en las extremidades. Desde lo psicológico destaca la sensación de pérdida de control, problemas de atención y memoria, desrealización, despersonalización, hasta la aparición de falsas creencias, ideas obsesivas y sensación de amenaza de muerte, entre otras. En lo que se refiere a la conducta, el rasgo más característico es el de la evitación de situaciones que podrían generar ansiedad. La hipervigilancia, la rigidez corporal, el sentido del ridículo  y la falta de habilidades sociales, suelen ser síntomas de algunos trastornos de ansiedad. También algunos trastornos asociados  a la ansiedad como pueden ser el abuso de substancias, problemas sexuales y trastornos alimentarios, a su vez son fuente de otra lista de síntomas.
 
Si bien la aparición de la ansiedad suele darse a una edad temprana –ansiedad infantil-, es habitual tomar conciencia del problema, bien entrados en la adolescencia o adultez. Por ello es necesario tomar medidas para paliar los síntomas y resolver los problemas que generan los trastornos de ansiedad tan pronto como sea posible, ya que de esta manera las posibilidades de mejora aumentan considerablemente. Es fundamental recibir ayuda de los profesionales de la salud mental para la correcta erradicación del malestar que aqueja todos los ámbitos de la vida del afectado.

martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

Hablando de depresión

A veces hablamos de la depresión como si se tratara de una gripe común la cual con cualquier medicamento o remedio natural pasara el malestar, la experiencia personal y la práctica diaria me confirman esta idea; la depresión no tiene una sola solución . Personalmente considero este es el estado de desesperación, falta de interés, desesperanza y sufrimiento continuo sin razón aparente; le tengo que poner un nombre y mientras no encuentre otro mejor me quedo con el de depresión. Y referente a los medicamentos también los evité durante años investigando y probando alternativas naturales para mejorar mi estado de ánimo, sin resultados. 

Hoy he comprobado que el medicamento es necesario por lo menos en las primeras etapas de la crisis depresiva para lograr la estabilización del paciente, esta sería la primera recomendación; buscar ayuda profesional psiquiátrica para llevar un control del medicamento. No cualquier doctor, puesto que ellos, los psiquiatras, tienen más experiencia en el trato de pacientes depresivos y como dicen ¨la experiencia hace al maestro¨.

Segundo, el tratamiento psicológico que funciona es el cognitivo conductual o sea mas que una terapia común donde el paciente expresa sus sentimientos y el psicólogo le pregunta como se sintió respecto a esto o aquello, la terapia se refiere al entrenamiento en habilidades que el paciente carece como el manejo de sus pensamientos, sus relaciones sociales, sus actividades diarias y el manejo de conflictos, o sea que el tratamiento para una persona con depresión debe estar centrado en la adquisición de técnicas muy especificas las cuales el paciente puede aprender, practicar y ver los resultados. Otro aspecto importantísimo es la familia y amistades que es necesario se involucren en el tratamiento educándose en saber que esta no es nada más un capricho del paciente,  sino una enfermedad traicionera que se oculta haciendo creer al paciente que el tiene el control y que ya pasará, pero la realidad es que mientras no se trate adecuadamente, su calidad de vida se ira deteriorando y el costo económico y de tiempo siempre será mayor.
 
 Ahora voy a poner énfasis en esto; trabajando en hospitales psiquiátricos veía como algunos pacientes volvían de 6 meses a 1 año a recaer y concluí que las razones pueden ser estas;
 
1. En el hospital llevó su tratamiento medico como se indica pero al salir como ya se sentía bien, lo abandono.
 
2. Siguió su tratamiento posteriormente de la hospitalización pero no tuvo control y supervisión medica el tiempo mínimo que es de 9 meses a 1 año.
 
3. Pensó que el medicamento era suficiente y no tuvo ayuda psicológica en la adquisición de habilidades e información de su enfermedad.
 
4. Pensó que ya estaba curado y se confió, sin saber que existía la posibilidad de recaídas.
 
Así que, como te darás cuenta, se necesita la ayudad de varias personas y profesionales que te ayuden a enfrentar este monstruo que carcome el alma. 
A esto se le llama red de apoyo. Estos serían;
 
Psiquiatra: consulta inicial cada semana, después cada 15 días y mínimo cada mes para el control.
 
Psicólogo: Que maneje técnicas cognitivo conductuales con un programa de entrenamiento en técnicas.
 
Grupo de Apoyo: Donde se puedan compartir las experiencias de éxito.
 
Apoyo espiritual: Que te acerques a tu iglesia o culto. He notado que las personas tienen más éxito si creen en algo más grande que ellos.
 
Familia: Una familia dispuesta a ayudar y aprender, que tenga paciencia hacia la recuperación del paciente ya que quizás sea lenta.
 
Economía: Me refiero al dinero pues no es facil conjugar todos estos factores y lamentablemente todo cuesta ya que los medicamente no siempre son baratos. Sin embargo si no atiendo a tiempo mi enfermedad el costo económico y de sufrimiento se probablemente duplicará.
 
Bueno amigos, por hoy me resta decirles que sí es posible vencer la depresión, no es fácil pero tampoco imposible. Por lo pronto les digo nuca pierdan la esperanza pues si yo pude uds. también.
 

Después de vivir mas de 20 años con esta condición hoy me siento libre y cada día le doy gracias a Dios por permitirme aprender a vivir sacando cada día, viviendo el hoy, aprovechado a quien tengo a mi lado. Una regla de oro para las personas en depresión es esta: ¨Haz lo que tengas que hacer aunque no tengas ganas¨ ¨Lo importante es echar a andar el motor¨ No importa cuanto hayas sufrido lo importante es si estas dispuesto a dejar de hacerlo.
 

Hoy atiendo a personas con esta enfermedad y puedo comprenderlas cuando llegan cabizbajos, tristes y desesperados, y veo como recuperan el brillo de sus ojos y ni ellos mismos lo pueden creer.
martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es el trastorno de Pánico?

Las personas con trastorno de pánico experimentan sentimientos de terror que se producen de repente y sin aviso. No pueden predecir cuando ocurrirá y muchas desarrollan una ansiedad intensa entre los episodios, al temer cuándo y dónde se producirá el siguiente.

"Empezó hace 10 años justo después de obtener mi título universitario e iniciar un nuevo trabajo. Estaba asistiendo a un seminario comercial en un hotel y esa cosa apareció de repente. Me sentí morir.
“Para mí, un ataque de pánico es una experiencia muy violenta. Me siento como apartada de la realidad. Como si fuera a perder el control de una forma muy extrema. Mi corazón late con mucha fuerza y no puedo respirar con facilidad, también se apodera de mi un sentimiento de que algo terrible va a pasarme.
“Entre ataque y ataque aparece el miedo y la ansiedad de que pueda sucederme de nuevo. Temo ir a los lugares donde me ha sobrevenido el ataque. A menos de que pueda conseguir ayuda, pronto no habrá lugar donde me pueda sentir segura”.

Si usted experimenta un ataque de pánico, muy probablemente su corazón latirá con fuerza y se puede sentir débil, mareado o con la visión borrosa. Las manos pueden experimentar hormigueo o sentirlas entumecidas, así como experimentar excesivo calor o frío. También puede sentir nauseas, dolor en el pecho o sensación de ahogo, sentido de irrealidad o miedo de muerte inminente o pérdida de control. Es posible que crea que está teniendo un ataque cardíaco, se está volviendo loco o se halla al borde de la muerte.

Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, incluso durante el sueño. Suele llegar a su cumbre en 10 minutos, aunque algunos síntomas pueden durar mucho más.

Muchas personas con trastorno de pánico suelen efectuar repetidas visitas a las salas de urgencias de los hospitales o consultar con varios doctores antes de obtener un diagnóstico adecuado y pueden pasarse años sin saber que padecen una enfermedad real y con tratamiento.

Uno puede creer que está teniendo un ataque cardíaco, se está volviendo loco o se halla al borde de la muerte. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, incluso durante el sueño.
El trastorno de pánico es uno de los trastornos de ansiedad más fácilmente tratables, respondiendo en la mayoría de los casos a una terapia adecuada.


martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es el trastorno Bipolar?

El trastorno bipolar, conocido también como enfermedad maníaco-depresiva, ocasiona inusuales cambios en el temperamento, energía y habilidad de una persona. No se trata de los habituales altos y bajos que suelen presentarse en la vida cotidiana, sino de síntomas más severos. Pueden repercutir en las relaciones personales, en una baja productividad laboral o en el rendimiento escolar e, incluso, inducir al suicidio.
El trastorno bipolar se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión). Los cambios de estado de ánimo pueden ser drásticos y rápidos, pero más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la fase depresiva del ciclo, puede padecer uno, varios o  todos los síntomas del trastorno depresivo. Cuando está en la fase maníaca, la persona puede estar hiperactiva, hablar excesivamente y tener una gran cantidad de energía. La suele  afectar el pensar, el juicio y la manera de comportarse con relación a los demás. Puede llevar a que el paciente se implique en graves problemas o situaciones embarazosas. Por ejemplo, en la fase maníaca la persona puede sentirse feliz o eufórica, tener proyectos grandiosos, tomar decisiones de negocios descabelladas, e involucrarse en aventuras o fantasías románticas. Si la manía no se trata adecuadamente puede empeorar y convertirse en un estado psicótico (el paciente pierde temporalmente la conexión con la realidad).

Los signos y síntomas del episodio maníaco son:

  • Aumento de la energía, actividad e inquietud
  • Temperamento eufórico, inusualmente bueno
  • Irritabilidad extrema
  • Velocidad de pensamiento y habla, pasando de una idea a otra rápidamente
  • Incapacidad para concentrarse
  • Poca necesidad de dormir
  • Creencias irreales sobre las propias habilidades y capacidades
  • Poca capacidad de reflexión
  • Gastar dinero en exceso
  • Periodo duradero de comportamiento distinto al usual
  • Incremento de la energía sexual
  • Abuso de drogas, en particular cocaína, alcohol y medicamentos para conciliar el sueño
  • Comportamiento provocativo, intrusivo o agresivo.
  • Negación de la existencia de un problema.

 

¿Cuál es el curso de un trastorno Bipolar?

Por lo general, los episodios de manía y depresión se van sucediendo durante la vida del individuo. Entre episodios, la mayoría de personas con trastorno bipolar se encuentran libres de síntomas, aunque un tercio presenta síntomas residuales y un pequeño porcentaje experimenta síntomas crónicos que no remiten a pesar del tratamiento.
En ocasiones, los episodios graves de manía o depresión incluyen síntomas de psicosis (o síntomas psicóticos) Los síntomas más comunes son alucinaciones  (oír, ver o sentir presencias que no están en la realidad), ilusiones (falsas, creencias no influenciadas por razones lógicas o explicadas por un concepto cultural común de la persona). Los síntomas psicóticos en el trastorno bipolar tienden a reflejar los estados extremos de personalidad. Por ejemplo, ilusiones de grandiosidad, como creerse Presidente o tener poderes especiales o grandes fortunas, pueden ocurrir durante la fase maníaca; sensaciones de culpa o inutilidad, como creer que se está arruinado o ha cometido algún crimen terrible, pueden aparecer durante la depresión.
Las personas con trastorno bipolar que padecen estos síntomas a menudo son diagnosticadas de formas incorrectas como esquizofrénicas, otra grave enfermedad mental.
Las personas con trastorno bipolar pueden vivir de forma saludable y productiva siempre que su enfermedad sea tratada de modo efectivo. Sin tratamiento, sin embargo, el curso normal de un trastorno bipolar tiende a empeorar y, con el tiempo, experimentar episodios depresivos y maníacos con mayor frecuencia y gravedad que cuando apareció la enfermedad. En la mayoría de los casos, un tratamiento apropiado puede ayudar en gran manera a reducir la frecuencia y gravedad de los episodios, así como ayudar a las personas que sufren un trastorno bipolar a mantener una buena calidad de vida.

martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es la distimia?

La distimia, también llamada trastorno distímico, se define como un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo que a menudo se parece a una forma de depresión grave (clínica) menos severa, pero más crónica. Sin embargo, las personas que tienen distimia también pueden experimentar a veces episodios de depresión grave.
La distimia es un trastorno depresivo que afecta al cuerpo, al estado de ánimo y a los pensamientos. Puede afectar o alterar radicalmente la alimentación, el sueño y la manera de pensar, pero no es lo mismo que sentir tristeza o estar decaído, ni tampoco es indicio de debilidad personal ni constituye un estado que pueda disiparse o modificarse a voluntad. Las personas que sufren una enfermedad depresiva no pueden simplemente "recobrar el ánimo" y reponerse. A menudo es necesario el tratamiento que, a veces, es incluso decisivo para la recuperación.
Existen tres tipos de depresión que pueden clasificarse en tres grupos principales:
  • Depresión grave (depresión clínica)
  • Síndrome maníaco depresivo (trastorno bipolar)
  • Distimia (trastorno distímico)
¿Cuáles son los síntomas de la distimia?
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la distimia, que son menos severos pero más crónicos que los de la depresión grave. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
  • Tristeza, ansiedad o sensación de "vacío" persistentes.
  • Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
  • Llanto excesivo.
  • Mayor inquietud e irritabilidad.
  • Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.
  • Disminución de la energía.
  • Pensamientos de muerte o suicidas, intentos de suicidio.
  • Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o desesperanza.
  • Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de forma insuficiente o excesiva.
  • Alteraciones en los hábitos del sueño.
  • Aislamiento social.
  • Síntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar (por ejemplo, dolor crónico, dolor de cabeza).
Para un diagnóstico de distimia, un adulto debe exhibir un estado de ánimo deprimido durante al menos dos años (un año en los niños y adolescentes), junto con por lo menos otros dos síntomas de depresión (señalados arriba). Los síntomas de la distimia pueden parecerse a los de otras condiciones psiquiátricas. Siempre consulte con un especialista para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la distimia?
Como se ha comprobado que a menudo la depresión coexiste con otras condiciones médicas, como cardiopatía, cáncer o diabetes, y también con otros trastornos psiquiátricos como el abuso de drogas y la ansiedad, el diagnóstico y tratamiento en las etapas iniciales son cruciales para la recuperación. A menudo el diagnóstico se hace después de un examen psiquiátrico o psicológico minucioso, realizado por un  profesional de la salud mental.


martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es la depresión Mayor?

La depresión mayor es una seria enfermedad cuyos síntomas incluyen humor deprimido, disminución en el nivel de energía y en el interés por la vida, molestias físicas, cambios en los patrones de alimentación y sueño, así como pensamientos y movimientos ya sean lentos o agitados. La depresión mayor no es una tristeza pasajera. Si no se obtiene tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses o años, sin embargo, un tratamiento adecuado puede ayudar a la mayoría de las personas que sufren de depresión.
A diferencia de los sentimientos normales y pasajeros de tristeza, pérdida y duelo, la depresión mayor continúa y causa en la persona serios problemas de pensamiento, comportamiento, estado anímico, actividades y salud.
Con frecuencia, la depresión mayor comienza entre los 15 y 30 años de edad, pero también puede presentarse en niños y ancianos. Todas las personas, independientemente de su edad, grupo étnico o económico, pueden sufrir de depresión. Más de la mitad de las personas que sufren un episodio de depresión seguirán teniendo episodios hasta una o dos veces al año si no reciben tratamiento. Sin éste, una persona con depresión puede llegar al suicidio.
La depresión mayor, conocida también como depresión clínica o depresión unipolar, es solamente un tipo de trastorno depresivo. Otros trastornos depresivos incluyen la distimia (una modalidad crónica pero menos severa que la depresión clínica) y el trastorno bipolar (o maniacodepresivo). Las personas con trastorno bipolar sufren, por lo general, de episodios alternados de depresión y manía. Durante los períodos de manía, las personas se encuentran en un estado anímico de "exaltación" anormal o se sienten inusualmente irritables. Estas personas podrían tener una opinión extremadamente buena de ellas mismas o de sus habilidades aunque poco realista; puede haber también un aumento marcado de energía, pensamientos furtivos y habla muy rápida.


¿Cuáles son los síntomas de la depresión mayor?
El comienzo del primer episodio de depresión mayor podría no ser obvio si es gradual o leve, pero la persona por lo general comienza a comportarse y a pensar de una manera muy diferente a lo usual. Frecuentemente los síntomas incluyen:
  • ánimo muy triste o irritable que no mejora
  • cambios muy notables en el patrón de sueño, apetito y energía
  • dificultad para pensar, concentrarse y recordar
  • movimientos físicos lentos o agitación poco usual
  • falta de interés o placer en las actividades que antes solía disfrutar
  • sentimiento de culpa, de no valer nada, de desesperanza y de un gran vacío
  • ideas repetidas sobre el suicidio o la muerte
  • malestares físicos constantes que no responden al tratamiento, por ejemplo, dolor de cabeza, molestias digestivas y dolor crónico
Cuando se presentan varios síntomas de depresión que duran más de dos semanas y causan problemas para llevar a cabo las actividades diarias, la persona necesita tratamiento profesional.
martes, 27 de diciembre de 2011 0 comentarios

¿Que es la depresión?

La Depresión es un trastorno afectivo que varía desde la baja del estado de ánimo característica de la vida cotidiana, hasta el síndrome clínico de gravedad y duración prolongada. El término depresión proviene del latín depressio y significa hundimiento. Esta imagen ejemplifica claramente el sentimiento típico de la persona afectada, de estar hundida con un peso importante sobre su ser.
El afectado posee un sentimiento profundo de tristeza y desánimo, como así también una apatía inusual que le impide disfrutar de aquello que antes le producía satisfacción. Además, la depresión suele estar acompañada de fatiga o cansancio que no se corresponde con el nivel de actividad. También son habituales los cambios físicos, la falta de apetito, pérdida del deseo sexual, alteración del sueño, dificultades cognitivas como la pérdida de concentración, de memoria o la dificultad para tomar decisiones. A su vez son habituales los pensamientos derrotistas, la baja autoestima y algunas conductas autodestructivas.
La depresión tiene tratamiento efectivo, pero antes es necesario realizar un buen diagnóstico. Es importante saber si se trata de una depresión mayordistimiatrastorno bipolar o un proceso de duelo patológico. Vale aclarar que aunque no ocurra en todos los casos, la depresión puede estar asociada a otras psicopatologías, principalmente a los trastornos de ansiedad.


Síntoma usuales de la depresión:

  • Sentimientos de tristeza, ansiedad y sensación de vacío persistente.
  • Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
  • Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
  • Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la actividad sexual.
  • Disminución de energía; fatiga, agotamiento, sensación de estar ralentizado.
  • Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
  • Insomnio, despertar temprano o dormir más de la cuenta –hipersomnia-
  • Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso.
  • Pensamientos de muerte o suicidio; intentos de suicidio.
  • Inquietud, irritabilidad.
  • Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos.


 
;